Hola a todos!
Sé que hace mil años que no actualizo y me siento fatal por ello, pero es que entre el trabajo que tengo, el gym y la pereza que me da ponerme a escribir pudiendo estar en la playita o en la piscina… En fin, sé que me comprendéis.
Como compensación por mi ausencia (sé que ya han habido varias personas que han intentado cortarse las venas con el Boli bic, y otras tantas que han intentado tirarse por el balcón al no poder soportar la falta de posts…) vuelvo con las pilas cargadas y con muchísimas recetas (y otras cositas) que compartir con vosotros.
A finales de junio estuve en Viena y allí comí varias tartas Sacher (típico, típico!). Lo cierto, es que con el bombo que le dan, me esperaba una tarta sublime de esas que las pruebas y podrías morir en ese momento porque ya has alcanzado la máxima felicidad en tu vida, pero no, era una tarta de chocolate… con mermelada… y más chocolate. Que sí, que estaba muy buena, pero la vi muy sencilla y hacer. Y como yo soy del tipo “culo veo, culo quiero” pues en cuanto volví a Barcelona le dije a mi churri: Gatito, hay que comprar 3kg de chocolate que este finde hacemos Sacher!
Y tras acabar con las existencias de chocolate de los supermercados más cercanos y de hacer una búsqueda exhaustiva de recetas en Internet… nos pusimos manos a la obra. Y el resultado fueron 2 tartas Sacher riquísimas: una enorme para mi familia y una versión mini para llevarla al trabajo. (Las cantidades que pongo son para hacer 1 tarta grande, si queréis más tartas, sólo tenéis que aumentar las cantidades proporcionalmente –de esto de suele encargar mi esposo-mantecoso, que yo soy de letras y podría liarla parda-).
60gr almendras
50gr harina
50gr azúcar glas
50gr azúcar normal
50gr de mantequilla
3 huevos
75gr de chocolate negro
5gr de levadura
1 pizca de sal
1 bote de mermelada de albaricoque
Ingredientes para la cobertura:
125gr de chocolate negro
150gr de nata líquida
25gr de mantequilla
Elaboración:
1)
Primero
derretiremos el chocolate en el microondas. Hacedlo con la mínima potencia y
sacándolo para removerlo cada 40 segundos para que no se os churrusque. Lo
dejamos enfriar.
2) Mezclar
la mantequilla a temperatura ambiente (o un poquito derretida en el microondas
para que no salgan grumos) con el azúcar glas. Veréis que queda una pasta
amarillenta y suave.
3) Cogemos
las almendras y las trituramos con la batidora o la picadora (yo he cogido
almendras crudas, pero si queréis podéis tostarlas un poco en el horno) hasta
que estén bien trituradas. Debe quedar un polvo granulado.
4)
Añadimos
el chocolate fundido a la masa y volvemos a batir.
5)
Cogemos
los huevos, separamos las claras de las yemas, y añadimos las yemas a la masa
una a una. Antes de incorporar la siguiente debemos haber mezclado bien la
primera.
6)
Con
la ayuda de unas varillas eléctricas montamos las claras, cuando estén a medio
montar, añadimos el azúcar y seguimos batiendo. Veréis que queda una especie de
espuma blanca.
7)
Añadimos
el azúcar avainillado y las almendras a la masa de chocolate y mezclamos bien.
8)
Con
mucho cuidado vamos añadiendo las claras montadas a la masa. No lo hagáis de
golpe y moviendo con fuerza. Mezcladlo suavemente.
9)
Tamizamos
la harina y la levadura, lo añadimos todo a la masa poco a poco. También
añadiremos la sal para potenciar el sabor del chocolate. Mezclar bien.
10) Cogemos el molde, lo untamos
bien de mantequilla y poquito de harina para que se pueda desmoldar bien y
vertemos la masa en él.
11) Precalentamos el horno a 150º¢
y horneamos el bizcocho durante aproximadamente 1h. Para saber si está bien
hecho, pinchad el centro con un palillo. Si sale seco ya podéis sacarlo.
12) Dejamos enfriar el bizcocho.
Cuando esté frío, le damos la vuelta y lo partimos por la mitad.
13) Cogemos la mermelada de
albaricoque, y ponemos la cantidad que deseemos (es para el centro del
bizcocho, vosotros sabréis si os gusta más o menos) en un bol, le echamos un
poquito de agua y lo removemos bien.
14) Cubrimos una de las mitades con
la mermelada y la tapamos con la otra mitad.
15) Para preparar la cobertura de
chocolate, ponemos la nata líquida en un cazo y la hervimos. Cuando rompa a
hervir, la retiramos del fuego y le añadimos los trocitos de chocolate. Damos
vueltas hasta que esté bien mezclado, y añadimos la mantequilla fundida.
Volvemos a mezclar hasta que quede una masa homogénea.
16) Aquí viene la parte “guarrindonga”
y divertida: ponemos el chocolate sobre una rejilla (esa que viene en los
microondas con grill va estupendamente) y con la ayuda de un cazo vamos
vertiendo MUY LENTAMENTE y con movimientos envolventes el chocolate. La idea es
empezar por el centro y que él solo vaya esparciéndose hasta cubrir toda la
tarta. (Poned un plato debajo y así luego os podéis comer los restos! Jiji)
17) Cuando hemos recubierto toda la
tarta con el chocolate la dejamos enfriar. Cuando esté frío, metemos la tarta
en la nevera para que el chocolate se solidifique.
18) Lo ideal es dejarla mínimo unas
3-4horas, pero como mejor está es al día siguiente. ¡Disfrutadla!
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